De La Reacción A La Conexión: Comunicación No Violenta Para Hablar Desde Ti Sin Lastimar Al Otro
- paolaborlini28
- 18 may
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 jun
¿Te ha pasado que callas para no herir, o hablas y después te arrepientes?
¿Sientes que, en algunas conversaciones, terminas alejándote más del otro, aunque lo que querías era acercarte?
La forma en que te comunicas puede ser un puente... o una barrera.
Muchas veces, no es lo que dices, sino cómo lo dices lo que deja huella en el otro.
Y ahí es donde entra la comunicación no violenta (CNV), un enfoque desarrollado por el psicólogo Marshall Rosenberg, que propone una manera de expresarte con honestidad, sin atacar, sin culpar, sin anularte, incluso en momentos difíciles.
No se trata de hablar bonito, ni de suavizar todo, complacer al otro o evitar el conflicto.
Se trata de conectar con lo que sientes y necesitas, y expresarlo de una forma que no genere más distancia, sino que abra la posibilidad de encuentro.
Se trata de:
Expresar lo que te pasa sin herir ni imponer.
Escuchar al otro sin defenderte ni reaccionar.
Sostener el vínculo incluso en momentos difíciles, sin anularte ni someterte.
Encontrar acuerdos que respeten a ambas partes.

Cómo utilizar la comunicación no violenta para mejorar tus relaciones
Observar sin juzgar: describe los hechos tal como ocurrieron, sin añadir interpretación ni crítica
👉 “He notado que llegaste más tarde de lo que habíamos dicho.”
Expresar cómo te sientes: reconoce y nombra tu emoción con honestidad
👉 “Me siento frustrada/o y un poco triste.”
Reconocer tu necesidad: conecta con lo que hay detrás de esa emoción: una necesidad no cubierta
👉 “Necesito sentir que podemos respetar lo que acordamos.”
Hacer un pedido claro y posible: no exigir, sino invitar al otro a colaborar con tu necesidad
👉 “¿Podrías avisarme la próxima vez si vas a demorarte?"
Puede ser, que muchas veces, hables desde la reacción, no desde lo que realmente sientes y eso, lejos de acercarte, genera distancia.
Observarte al hablar, tomar conciencia desde qué lugar te estás comunicando, es lo que te permite salir del automático y conectar con lo que te pasa antes de responder.
Para que tus palabras sean más fieles a tu verdad y, al mismo tiempo, más respetuosas con el otro.
Una forma de poner límites sin herir, de pedir sin culpa, de decir lo que necesitas sin disfrazarlo.
Se trata de crear una forma de comunicarte que cuides tu vínculo con los demás y contigo misma/o.
Empezar es una práctica
Nadie nace sabiendo hablar desde la empatía. A veces vas a fallar. Otras veces te vas a dar cuenta tarde… y está bien.
Lo importante es la intención de querer hacerlo diferente.
Puedes empezar con algo pequeño:
Tomarte una pausa antes de responder.
Nombrar tu emoción sin juicio.
Pedir algo sin esperar que adivinen lo que necesitas.
Comunicarte sin perderte: cuando tu verdad también puede ser un puente
Practicar una comunicación asertiva no es solo una técnica.
Es una forma de estar en el mundo: más consciente, más compasiva.
Te permite construir vínculos más honestos, más humanos y menos reactivos, incluso cuando hay desacuerdo o dolor.
Y si sientes que cada conversación termina alejándote, si te duele no poder decir lo que sientes sin herir o sin callarte, quizá sea momento de explorar otra forma de comunicarte.
Una forma que no te obligue a elegir entre tu verdad y el cuidado del otro. Una forma más honesta, más empática, más tuya.
Hacer terapia es un acto de cuidado personal, no una señal de debilidad.
Si reaccionas más de lo que quisieras, quizá no te falte control… sino espacio para escucharte de verdad. La terapia puede ayudarte a traducir tus emociones en palabras que no hieran, a comunicarte sin perderte y a construir vínculos más conscientes.
No estás sola/o. También se puede aprender a hablar desde el corazón, sin romper lo que importa.


Comentarios