top of page

Cómo Entender Tus Emociones Cuando Sientes Que Todo Te Desborda

Actualizado: 7 jun

La mente como un océano.

Una metáfora para comprender tus emociones, pensamientos y procesos internos


Océano profundo y en calma, como metáfora del mundo emocional interno y las distintas capas de la mente

Cómo entender tus emociones cuando lo que sientes no tiene nombre.


Esta metáfora del océano es una forma de empezar a ver cómo entender tus emociones va mucho más allá de lo que piensas cada día.


Ya que a veces, entender lo que sentimos o pensamos puede parecer tan complejo como intentar mirar el fondo del mar desde la orilla. Algunas emociones se muestran con claridad; otras, en cambio, se agitan sin que sepamos muy bien por qué.


Imagina tu mundo interno como un océano: vasto, cambiante, lleno de vida —tanto visible como oculta—. Esta metáfora puede ayudarte a comprender las distintas capas de la mente y cómo se relacionan entre sí. Porque lo que ves en la superficie no es todo lo que eres.


🌞 La superficie: tu mente consciente


Como las aguas más cercanas a la luz, la mente consciente es la parte de ti que razona, decide y planifica. Es donde habitan tus pensamientos cotidianos, tus palabras, tus gestos visibles, tus elecciones inmediatas. Aquello que puedes nombrar con claridad.


Pero al igual que en el océano, la superficie puede estar en calma… o agitada por oleajes, corrientes o tormentas cuya causa real no siempre comprendes.


🌘 Las aguas intermedias: tu subconsciente


En esta zona, la luz comienza a disiparse. Aquí habita el subconsciente: ese espacio donde residen creencias aprendidas, patrones emocionales y reacciones automáticas que fuiste incorporando a lo largo de tu vida. No todo está oculto, pero tampoco del todo claro.


Frases como:


  • No debo mostrarme vulnerable.

  • Tengo que hacerlo todo bien para que me quieran.

  • Si muestro enojo, me van a rechazar.


…viven en esta capa. Son ideas que se han repetido internamente sin que las notes, moldeando muchas de tus decisiones, vínculos y emociones.


A veces, también guarda recursos olvidados: intuiciones, sueños, recuerdos luminosos que esperan ser recuperados.


🌑 Las profundidades: tu inconsciente


En lo más hondo del océano, la luz desaparece. Allí se encuentra tu inconsciente profundo: un territorio donde habitan emociones reprimidas, recuerdos no integrados, heridas antiguas, y también símbolos universales y sabiduría ancestral.


Aquí viven:


  • La sombra, esa parte de ti que fue rechazada o ignorada —por ti o por tu entorno.

  • Las memorias del linaje familiar, que a veces se manifiestan como patrones que repites sin saber por qué.

  • Los arquetipos universales, figuras simbólicas que emergen en sueños o momentos clave: el niño/a interior, la madre, la montaña, el fuego, la serpiente...


Estas profundidades no son peligrosas, aunque a veces den vértigo. Son esenciales. Y al igual que el fondo marino sostiene la vida del planeta, tu inconsciente sostiene muchas de las dinámicas invisibles de tu vida psíquica.

 

¿Por qué mirar más allá de la superficie?


Porque muchas veces, lo que sentimos en la superficie —ansiedad, tristeza, agotamiento— es solo la expresión visible de algo más profundo que aún no hemos nombrado.


Y porque en esas profundidades, junto al dolor, también habitan tu intuición, tu poder personal y tu capacidad de transformación.


Todo lo que hay en ti merece ser escuchado


Tu mente no es solo pensamiento.

Es cuerpo, emoción, memoria, alma.


Y como el océano, guarda belleza en todas sus capas: en lo que ya conoces de ti y en lo que estás por descubrir.


Honrar ese mar interno es parte del camino hacia una vida más consciente, amorosa y verdadera.

El trabajo terapéutico es como bucear: no para forzar respuestas, sino para dar espacio y voz a todo lo que está vivo en ti. A veces descendemos a través de una emoción, otras interpretamos un sueño… y muchas veces, simplemente nombrar lo que sientes ya permite que algo nuevo emerja.


Hacer terapia es un acto de cuidado personal, no una señal de debilidad.


Si todo te desborda, no es debilidad: es señal de que algo dentro pide ser abrazado. En terapia puedes aprender a reconocer tus emociones, sin juzgarlas ni temerlas, y a sostenerte con más ternura en medio del caos.

No estás sola/o. También se puede encontrar calma sin apagar lo que sientes.


Comentarios


bottom of page